Tocar un instrumento, el último paso

Hola 💖🎹

 

Para mí aprender a tocar un instrumento clásico (y con clásico me refiero a cualquiera de los que se estudian en el Conservatorio) es el último paso en el aprendizaje musical y de manera generalizada, no debería de comenzar su estudio antes de los 6 años. Los argumentos de esta confirmación es el tema del que voy a tratar hoy.

 

Tocar un instrumento significa exteriorizar la musicalidad que uno lleva dentro a través de otro medio, de otra “herramienta” que no eres tú directamente. Esto sólo se puede hacer satisfactoriamente si dominas la música ya que de otro modo, estaríamos adiestrando: sin permitirles pensar por ellos mismos y sin sentido para ellos. Y esto va en contra de la educación ya que una de sus máximas es acompañar al crecimiento de la infancia para que se conviertan en personas adultas autónomas y con pensamiento crítico para tomar sus propias decisiones en coherencia con ellos mismos.

 

Desde mi punto de vista es un error que peques toquen canciones complejísimas que no comprenden ni son capaces de establecer ninguna de las relaciones internas que la componen. Estas canciones consiguen ser ejecutadas sólo a fuerza de repetición y de “entrenamiento” de habilidades psicomotoras. Por poneros un ejemplo, tendría el mismo sentido si pidiéramos a una persona que sólo sabe castellano, que se aprendiese de memoria una poesía en japonés.

 

Obviamente es necesario el estudio de la técnica, el esfuerzo y práctica como dije aquí pero lo más importante es que y como dice E. Gordon “toco lo que canto y canto lo que toco”. Para mí esta frase no es literal y significa que sólo debemos tocar aquello que somos capaz de comprender ya que hay tesituras de instrumentos que serían imposibles de cantar por un ser humano bajo ninguna circunstancia.

 

Este proceso es mucho más lento y los “resultados” son menos impresionantes aunque a la larga hay una clara diferencia: quien decide seguir el camino con nuestro enfoque, es capaz de componer canciones y acompañar la música de otros desde el disfrute, desde la creatividad, desde su propia expresión sea ésta compleja o sencilla.

 

¿Y por qué no recomiendo empezar a tocar un instrumento antes de los 6 años? Tengo varias razones, la primera la expone E. Gordon ya que considera que puedes empezar a tocar un instrumento sólo después de superar la “audiation preparatoria” es decir, que el niño sea capaz de cantar afinadamente, con un tempo estable, movimiento fluido y coordinado con la respiración y esto sucede a los 6 años idealmente. Otro argumento de peso es para ser respetuosos con su madurez física ya que los niños no han desarrollado aún la suficiente independencia y fuerza en los dedos como para ejecutar adecuadamente cualquier instrumento además, de la falta de conciencia todavía de la respiración en el caso de los instrumentos de viento.

 

Y para finalizar, el piano según mi punto de vista, es el instrumento más adecuado para respetar todo lo que he comentado si quieres saber ¿por qué sólo enseñamos a tocar el piano?