Hola 💖🎹
Antes de empezar, me gustaría aclarar que lo que explico hoy aquí son los primeros pasos que inicia cualquier bebé en su camino para su desarrollo musical aunque realmente sea una actividad que no contiene en sí misma música. Es una preparación natural, simplificada y guiada para que su cerebro establezca más conexiones neuronales y de manera más organizada con respecto a los sonidos, elemento esencial en la música. Esto es imprescindible para que se pueda alcanzar posteriormente la comprensión de la música, que es mucho más compleja. Para poneros un ejemplo es como con el aprendizaje de andar: uno de los primeros indicios de esta habilidad (andar) es el balanceo que en sí mismo no es andar propiamente dicho pero le sirve y mucho para prepararse psicomotormente para ello.
Por tanto, esta actividad, como todas las que programo para nuestras clases, sirve para acompañar y potenciar los procesos cerebrales que suceden de manera automática en las personas en relación a mi objetivo: la música. Mi labor como docente es saber qué es lo que sucede en el cerebro del peque para crear actividades que potencien esos procesos de aprendizaje que se dan naturalmente ya que recordemos no somos nosotras las que enseñamos sino el peque el que aprende. ¿Quieres saber cuál es este primer aprendizaje?
Consiste en relacionar un sonido que estás escuchando con el objeto o ser vivo que lo representa. Y lo hace tu peque (o alumnado) de manera natural e innata. Se puede hacer este juego desde el 1,5 años. Nosotras lo hacemos en nuestras clases de Descubrimos la música.
Tiene todo su sentido que tengamos preinstalado (innato) este aprendizaje desde antes del nacimiento porque nos aseguraba la supervivencia ya que nos da la posibilidad de, sin tener el objeto (o ser vivo) delante, sin poderlo tocar, ni oler, identificar qué representaba. El oído nos ayuda a ver donde no se puede ver. Y voy más allá… un simple sonido nos produce una reacción en nuestro cuerpo dependiendo si:
- el sonido representaba un peligro (un claxon de un coche) nos generará cortisol y disposición de lucha o huida
- el sonido representa seguridad (el sonido de la voz de mamá) nos generará hormonas que activen el sistema parasimpático, nos relajan.
¿Cuáles son los beneficios musicales de hacer esta actividad? Desarrollar su habilidad musical más primitiva para poco a poco ir avanzando y llegar en un futuro a, por ejemplo, distinguir un oboe de un clarinete o la diferencia de dos sonidos separados únicamente por un semitono. Porque cuanto más biblioteca de sonidos posean, cuanto más discriminación sonora puedan hacer, cuanta más sútil sea la diferencia que perciben entre dos sonidos, más fácil será en un futuro cercano que ajusten su entonación, distingan dos frases musicales muy parecidas o puedan escuchar cada uno de los instrumentos de una pieza orquestal.
Y además de tener esta importante aplicación musical, tiene otros beneficios en la formación de su ser ya que les da seguridad reconocer los sonidos de su entorno ayudándoles a tener más confianza y desarrollar así una autoestima más sana. Por último, otro de los beneficios de esta actividad es que al encontrarse seguros tienen una mayor predisposición al aprendizaje al no estar alerta a esos sonidos desconocidos que les amenazan.
¡Y lo mejor de todo es que podéis hacerlo en casa también! Lo ideal es comenzar por los sonidos más cercanos y conocidos para alejarnos hasta sonidos de instrumentos del mundo que no existan en su contexto cultural. Os dejo aquí un ejemplo de este juego de sonidos.
Gracias por leerme hasta aquí, si quieres que comparta más actividades que potencien los procesos cognitivos musicales, ¡comenta!